Entrar al mercado laboral impone… pero hay cosas que te lo ponen más fácil
Un/a compañero/a tóxico/a afecta negativamente al ambiente laboral, causa estrés y puede llegar a minar la autoestima personal. ¿Qué podemos hacer para lidiar con ello? Hoy te damos algunos consejos sobre cómo pasar de los compañeros/as tóxicos/as en el trabajo y que estos no influyan en tus emociones ni, por supuesto, en tu rendimiento.
En primer lugar, tienes que saber que no puedes encajar con todo el mundo y tener discrepancias es de lo más normal cuando pasas tantas horas rodeado/a de personas diferentes, con sus distintos caracteres y formas de hacer las cosas. Todo ello no te debe desenfocar del objetivo común, que es desarrollar el trabajo lo mejor posible y conseguir un ambiente positivo y motivador. Ahora bien, ¿qué pasa cuando alguna de esas personas pone piedras en el camino? Ahí es cuando tienes que enfocarte en desarrollar todas tus herramientas personales para mejorar la situación. Te contamos cómo.
¿Qué es un compañero/a tóxico/a?
El primer paso para poner fin al problema es identificar a los compañeros/as tóxicos y analizar cómo actúan. Antes de nada es importante distinguir que, por lo general, las personas no son tóxicas de por sí sino que tienen comportamientos tóxicos en determinados ambientes, como el laboral. Siguiendo este principio, podemos destacar algunos comportamientos tóxicos en el trabajo:
- Cotilleos, rumores sobre otros compañeros/as, críticas no constructivas e injustificadas, críticas continuas sobre compañeros/as a jefes/as o superiores.
- Alta exigencia y competitividad, se preocupan solo por sus méritos y no por los del equipo. Intentan quedar siempre por encima y que su trabajo se vea más que el del resto.
- Victimismo y negatividad constante.
- Egoísmo exacerbado y que imponen constantemente sus ideas de malas formas.
Estos son solo algunos de los comportamientos tóxicos con los que puedes encontrarte, pero son muchos más, desde actitudes sutiles a situaciones mucho más exageradas. Ante ellos, aplica las siguientes herramientas.
Diálogo y empatía para neutralizar a los compañeros/as tóxicos/as
Trabajar mano a mano con compañeros o compañeras con comportamientos tóxicos puede llegar a irritar, estresar y llevar al límite. Antes de saltar, intenta analizar el porqué de su actitud: si es debido a su personalidad o a las circunstancias en las que trabaja. Un/a trabajador/a quemado/a es un trabajador/a frustrado/a y desmotivado/a que quizás necesite solo un poco de paciencia y diálogo. Pon en práctica la empatía e intenta entender sus razones, pregúntale, entabla un diálogo natural y honesto, quizás así puedas comprender muchas cosas y sobrellevar mejor el día a día.
Pon en marcha tu inteligencia emocional
Si el primer consejo para pasar de los compañeros/as tóxicos/as no ha funcionado, llega el momento de recurrir a tu inteligencia emocional. Aprende a regular y a equilibrar tus emociones y dale la importancia que tiene, no más, al fin y al cabo el trabajo no es el 100% de tu vida, solo es trabajo.
Siempre se ha dicho que “no ofende quien quiere sino quien puede” con lo cual protégete e intenta que esa persona no te desestabilice demasiado. Algunos recursos que te ayudarán son:
- Marca tus límites: habla solo de temas relacionados con lo laboral, no dejes que invada tu zona personal o que se tome demasiadas confianzas. Delimita muy bien dónde empiezan y acaban tus funciones y empiezan las suyas.
- Mantén una comunicación asertiva: aprende a decir “no” y a ser directo/a sobre cómo te gusta que se hagan las cosas o a defender tus perspectivas e ideas. Ten cuidado de no caer en determinadas provocaciones ni en conversaciones que no llevan a ningún lado.
- Sé realista: probablemente no es nada personal contigo (si lo es, la solución sería hablarlo) sino que ese compañero/a tóxico/a tiene esa actitud por algún motivo y será difícil cambiarlo.
- Intenta no llevarte el problema a casa: nada es tan importante – y esa persona menos – como para que te reste paz en los momentos con tus seres queridos.
Cree en ti
Los compañeros/as tóxicos/as que se dedican a criticar formas de trabajar o propuestas ajenas y que quieren imponerse a toda costa suelen tener un efecto negativo en la autoestima del trabajador/a afectado/a. Para evitar dudar, fortalece tu autoconfianza, piensa en cuáles son las aptitudes y capacidades que más te definen y por las que fuiste elegido/a para el puesto y poténcialas. Por otro lado, esfuérzate en tus debilidades y dales la vuelta. Si crees en ti firmemente será más complicado que los malos comentarios te afecten.
Analiza tus actitudes
¿Hay algo que tú también estés haciendo mal sin darte cuenta? Antes de acusar a nadie de ser tóxico/a, piensa en cómo te estás comportando en tu puesto de trabajo. Muchas veces es más fácil echar la culpa a otras personas que autoanalizarse y ver qué se puede cambiar para que todo encaje mejor. Además, si le das vueltas a todo esto seguro que descubres que hay cosas que puedes cambiar en ti para que las actitudes de tus compañeros/as tóxicos/as te irriten menos: reordenar las tareas y responsabilidades, planificar de forma diferente, tomar distancia, no malpensar sobre cada comentario, etc.
Céntrate en otros/as compañeros/as
Sin duda, una de las mejores formas de pasar de los compañeros/as tóxicos/as es ignorarlos en la medida de lo posible. Refúgiate en las personas que sí que te aportan y con las que es fácil trabajar. De este modo, las horas y tareas en las que puedas elegir, disfrutarás de un ambiente positivo y agradable. Eso sí, aunque es normal que lo hables, evita a lo máximo posible criticar a los demás compañeros/as y fomentar esas malas vibraciones porque no te llevará más que a enrarecer más aún la situación.
Busca mediación para lidiar con un compañero/a de trabajo tóxico/a
Cuando lo hayas intentado todo y no veas otra salida, busca ayuda en los superiores o en el departamento de Recursos Humanos. Intenta tener una actitud proactiva y respetuosa, argumentando los hechos de forma clara. De este modo se podrá iniciar un proceso de mediación. Cada empresa tiene recursos para estos casos, que no dejan de ser habituales, y no desesperes porque suelen dar buenos resultados.
Desconecta del trabajo
Al terminar tu jornada laboral, pasa de tus compañeros/as tóxicos/as. Esto significa que más allá de desahogarte, no sigas dándole vueltas a los conflictos 24/7 ya que pueden perjudicar tus periodos de descanso y hasta tus propias relaciones con amigos/as, pareja o familia. Aprovecha el tiempo para desconectar y disfrutar de la vida con todo tipo de actividades que no tengan nada que ver con tu profesión. De este modo conseguirás parar tu cabeza y resetearla para llegar al lunes con las mejores energías.
No obstante, si ves que llevas ya un tiempo con una situación laboral desagradable que te causa mucho estrés o incluso periodos de ansiedad y ningún consejo anterior te ha ayudado a pasar de los compañeros/as tóxicos/as, quizá sea el momento de replantearte las cosas para plantearte un cambio de departamento de puesto de trabajo.
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