Trabajar por proyectos: ¿nueva tendencia?

 

En el contexto macroeconómico actual, cada vez son más las empresas que tratan de ahorrar costes a través de la contratación de trabajadores freelance para proyectos determinados, lo que significa llegar a un acuerdo eventual que a la vez puede acabar derivando en una relación profesional duradera. 

 

La contratación de freelances también permite a las empresas atender cargas puntuales de trabajo o llevar a cabo un proyecto que había quedado aparcado por falta disponibilidad interna, bajo un presupuesto controlado. El trance económico actual, además, ha generado nuevas necesidades de ahorro dentro de las empresas. Contratar a un freelance les permite, por ejemplo, evitar el pago de cuotas a la Seguridad Social y los gastos que un trabajador en plantilla supondría en cuanto a infraestructura, equipos, conexiones, etc. 

 

Con todo, el confort tecnológico ha jugado un papel fundamental en la proliferación de freelances que pueden desempeñar su actividad desde casa, simplemente contando con una pequeña oficina, un equipo informático, conexión a Internet y múltiples servicios de colaboración en la nube, disponibles incluso de manera gratuita.

 

 

Antes no era extraño trabajar toda la vida en una empresa y actualmente lo habitual es cambiar de compañía cada cierto tiempo. Ahora parece que se consolida una nueva forma de trabajar que va a cambiar la relación entre empresa y profesional. Más allá de la relación contractual que se de, cada vez es más habitual trabajar para diferentes empresas, con todas las implicaciones que ello conlleva.

 

Ser freelance tiene muchas ventajas y algunos inconvenientes. Aparte de lidiar con la incertidumbre económica de no cobrar un sueldo fijo, el autónomo debe buscar clientes, hacer sus propias campañas promocionales y lidiar con cualquier problema que surja en el camino. Además, debe pagar la totalidad de su cobertura a la Seguridad Social, adquirir sus propios equipos informáticos, el material de oficina y pagarse las vacaciones. 

 

Por otro lado, un estudio realizado en 2012 sobre el mercado freelance estadounidense revela que casi el 70% de los trabajadores independientes encuestados se siente más feliz trabajando por su cuenta, mientras que el 79% tiene la impresión de ser más productivo como autónomo que como empleado tradicional.

 

Aunque muchos de los trabajadores independientes empezaron a trabajar como freelances de manera paralela a su empleo a tiempo completo (40%) o porque se habían quedado sin él (20%), la verdadera motivación parece estar en el grado de satisfacción personal. 

 

Encontrar el elemento que nos define y trabajarlo para convertirlo en negocio puede ser una excelente salida de la crisis económica y una aventura prometedora en cuanto al propio desarrollo personal. 

No hay que olvidar que, en esta aventura, promover y afianzar relaciones con otros profesionales también puede ser clave para alcanzar el éxito.