Un currículum funcional es, como su propio nombre indica, un currículum que no sigue una progresión cronológica, sino que se basa en un distribución funcional. Esto quiere decir por temas. Se trata de un currículum perfecto para destacar determinadas cuestiones o puntos de tu carrera profesional, como por ejemplo logros, conocimientos, habilidades o proyectos liderados. ¿Es que no todos los modelos de CV sirven para presentar una candidatura? La respuesta es no. Es cierto que el currículum es una herramienta para aportar información a la empresa que busca cubrir una vacante, pero antes de hacérselo llegar es conveniente:
- Indagar sobre la empresa, su actividad y funcionamiento en el sector
- Informarte sobre la vacante ofertada, las necesidades y habilidades requeridas para el puesto
Solo de este modo serás capaz de crear un currículum que de verdad proporcione al reclutador la información que necesita y en el formato que le resulta más cómodo y práctico de leer. El currículum funcional puede ser una solución muy práctica. Te contamos cómo y por qué.
Currículum funcional versus currículum cronológico
El currículum funcional es menos corriente que el currículum cronológico. Este último presenta la información como si fuera un historial ordenador por fechas. Más arriba encontramos la más actual o reciente y, a medida que vamos bajando, conocemos experiencias o estudios que tuvieron lugar con anterioridad. El currículum funcional es todo lo contrario. No se sigue un orden cronológico, sino que se organiza la información de modo que puedan destacar las habilidades y los logros. Si no tienes vacíos extraños o demasiada información para incluir en tu currículum, seguramente el currículum cronológico sea una buena opción.
Pero si se da otra casuística, lo más lógico es que uses el currículum funcional. Podrás agrupar los estudios y experiencias en bloques o categorías y prescindir de las fechas. Lo más lógico es que en la parte superior del currículum funcional incluyas la información que resultará más adecuada para el empleo al que estás optando y lo que te solicitan en la oferta de trabajo. Se trata de que a través de la lectura, el reclutador pueda ser ágil y efectivo a la hora de decidir si tu candidatura es la más idónea o no.
¿Para quién es recomendable un currículum funcional?
Para saberlo, debes responderte a estas preguntas:
- ¿Tienes muchas experiencias profesionales?
- ¿Has trabajado en una gran cantidad de proyectos?
- ¿Cuentas con mucha formación a tus espaldas?
- ¿Tienes una profesión técnica o trabajas en múltiples proyectos?
- ¿Has estado durante una o varias temporadas sin trabajar?
- ¿Has terminado tus estudios más tarde de lo previsto?
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, debes plantearte seriamente crear un currículum funcional para buscar empleo.
Lo primero que debes tener en cuenta es que lo ideal en un currículum es que no supere más de una página de extensión. Y esto puede ocurrir fácilmente si tienes muchas experiencias laborales que quieres trasladar al reclutador. En estos casos, menos es más.
El currículum funcional es perfecto para aquellas personas que tienen muchísima información que añadir a su currículum, porque se basa en aglutinar y sintetizar aquello que eres y aquello que has hecho en áreas. A través de un currículum funcional se da importancia a las competencias y habilidades, que te permitirán conectar directamente con los requisitos especificados por la empresa en su oferta de empleo.
Ejemplo de currículum funcional
Imagina que has trabajado durante muchos años en el sector inmobiliario, en distintas empresas y departamentos, ejerciendo funciones bien distintas. El tuyo es un perfil ganador, porque es versátil y fácilmente adaptable a cualquier cargo disponible en una agencia inmobiliaria. Pero debes presentar la información correctamente, distribuyéndola en distintas áreas: captación inmobiliaria, gestión del alquiler, asesoramiento, inversión, etcétera. En cada uno de estos puntos tendrías que describir tus funciones, habilidades y logros y también podrías mencionar las empresas, especialmente si son organizaciones solventes del sector.
Otro ejemplo interesante puede ser el de un/a profesional autónomo/a. Imagina que llevas años trabajando como traductor/a freelance, pero como buen perfil de letras, has trabajado en múltiples áreas y proyectos. Si optas a una vacante del sector, puedes distribuir tu currículum funcional en distintas áreas como: traducción, redacción, corrección o incluso diseño gráfico, si también has hecho tus pinitos en ese campo. De este modo, tendrás la oportunidad de mostrar un perfil mucho más versátil y evitarás crear un currículum con una larga retahíla de proyectos dispares.
Si quieres ver otros ejemplos de currículum funcional haz clic aquí.
¿Cómo hacer un currículum funcional?
Te hemos hablado del núcleo del currículum funcional, pero no hay que olvidar que como cualquier otro currículum, este también debe contar con otros apartados fundamentales. Son los siguientes:
- Título del perfil profesional: intenta que se ajuste al máximo a la petición realizada por la empresa en su oferta.
- Datos personales y de contacto: nombre y apellidos, dirección de correo electrónico y teléfono.
- Formación: título y estudios complementarios necesarios para esa vacante.
- Habilidades: este es el núcleo del currículum funcional, extiéndete aquí.
- Experiencia laboral: si no lo has hecho en el apartado anterior, haz un listado sintético de las empresas en las que has trabajado, aunque es opcional.
- Idiomas, permisos y otros certificados necesarios para el puesto.
- Otros: cualquier información que quieras destacar sobre tu personalidad, experiencias profesionales y/o vitales.
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