ENGIE: construyendo un futuro sostenible con soluciones innovadoras mediante la excelencia técnica y operativa
26 de marzo de 2017
- Pensamientos tóxicos
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Tengo la suerte de que me gusta el café y me gusta la gente. Así que cuando se unen café y compañía, es un lujo para mi interior. En estos últimos dos años he tenido la suerte de tomar café con bastantes personas: cada uno con su historia y sus sueños pero también con sus fracasos y sus miedos. Cada persona totalmente distinta, genuina. ¡Cuánta riqueza alrededor de una mesa y dos tazas!
En esas maravillosas charlas son muchas las veces que los cafeteros nos topamos con las dichosas «creencias»: ese conjunto de ideas, visiones y opiniones más o menos ordenadas y con poco fundamento científico pero que nos acompañan en el camino de la vida. ¿Por qué están allí? ¿En qué momento las incorporamos a nuestra mentalidad? ¿Desde cuándo son nuestras? No me siento autorizada para hablar sobre ello, pero sí me atrevo a decir que ciertamente todos funcionamos en nuestro día a día gracias a una serie de creencias que nos ayudan a avanzar «las potenciadoras» y que también en el mismo hatillo cargamos esas que ponen palos en las ruedas de nuestro talento, «las limitadoras».
Por eso hoy comparto contigo las 3 creencias potenciadoras que te ayudarán a enfrentar el camino de búsqueda de un nuevo proyecto profesional, y las 3 creencias limitadoras de las que te recomiendo desprenderte cuanto antes para seguir avanzando.
3 creencias potenciadoras
1. El camino te hace fuerte
Estamos de acuerdo en que cuando buscamos una nueva oportunidad profesional es oportuno empezar el camino habiendo reflexionado y establecido cuál queremos que sea nuestra línea de meta. Pero también es muy importante que seas consciente de que aunque tienes un objetivo final, todo lo que va ocurriendo en el camino te hace fuerte. Todos hemos hecho malas entrevistas o hemos invertido esfuerzos en una opción que finalmente no salió. Pero no es tan importante si las personas con las que te vas topando o los hechos que se van sucediendo son positivos o negativos. Cada etapa del camino cumple su función, te hace más fuerte porque aprendes. Los pequeños fracasos no puedes leerlos en clave final, solo en clave de etapa intermedia. ¡Sigue adelante!
2. Necesitas apoyo de los tuyos
Cuando estamos en plena reconstrucción profesional, viajamos una y otra vez a nuestro interior. Son épocas de mucho autoconocimiento y bastante soledad. Esa rutina de los que están en la rueda del trabajo, no existe. Cada día es diferente, cada semana también. Estás tú ante todo y más que nunca necesitas de los tuyos. No dejes de buscar la compañía, de compartir tus sueños, tus progresos y tus pequeños fracasos. Hoy será por ti y en el futuro seguro que será por ellos. ¡Déjate acompañar!
3. Desarrollar tu marca personal es una inversión en ti
Invertir tiempo en desarrollar tu marca personal es sinónimo de invertir en tu propia empleabilidad. Trabajar tu marca es iluminar tu talento y ser capaz de explicarlo al mundo. Es contar cuál es tu propuesta de valor, en el lugar correcto y con el discurso adecuado, para conseguir llegar a la meta de tu propio camino. «Tu MARCA PERSONAL es tu talento hecho y dicho con la pasión de quien dirige su propia vida». ¡Ponle foco!
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3 creencias limitadoras
1. Cualquier tiempo pasado fue mejor
Cuando miramos atrás, todos corremos el riesgo de dejarnos arrastrar por la nostalgia y quedarnos atrapados en «aquellos maravillosos años». El pasado allí está, se vivió, nos sirvió, pero allí se debe quedar. Todos nos podemos permitir un espacio de tiempo para el lamento, pero en algún momento hemos de pasar página. Debemos levantar la mirada, abandonar la nostalgia y mirar hacia delante. ¡Es tiempo de construir!
2. Yo no soy tan valiente
Cuando se empieza un nuevo camino es normal dejarse inspirar por aquellos que ya anduvieron el suyo y consiguieron llegar a su meta. Es genial conocer cómo lo hicieron y fantástico llenarse los bolsillos de sus aprendizajes. Sus experiencias quizá nos pueden hacer nuestro camino más ligero. Pero ten cuidado: que conocer su historia no te lleve a cuestionarte tu propia valentía. Porque tú eres igual de capaz. Lo único que pasa es que ellos van de avanzadilla, tú empiezas ahora y debes estar dispuesto a andar tu propio camino. ¡Tú también eres valiente, créetelo!
3. Las cosas están muy mal
Por allí fuera hay historias de personas que no consiguieron sus sueños. Siempre hay alguien dispuesto a contarte la historia de uno que lo intentó pero que el entorno no le dejó. Sssssssh… te digo bajito una cosa: olvídate de lo malo que cuentan los demás. Focalízate en TU camino, en el que tú puedes hacer con tu hatillo de conocimientos, aptitudes, experiencias y sueños. Disponte a andar sobre tierra virgen, nunca sobre las huellas que dejaron los otros. ¡Construye tu propia experiencia y luego me la cuentas!
Y volviendo a nuestra mesa y dos tazas, ¡qué maravilla cuando llega la segunda ronda de café! Escuchar la historia de los demás es viajar inevitablemente a la tuya propia.
Alicia Linares Roger es Pedagoga Digital & Personal Brander. Acompaña a profesionales a desarrollar una marca personal fiel a su talento y a guiarlos en su proceso de digitalización.
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