Cómo practicar el amor propio en el puesto de trabajo
A la hora de optar por un puesto de trabajo lo más lógico es que la empresa valore cuáles son los conocimientos y experiencias que ha reunido el candidato en su CV. Pero junto a esta información, que de algún modo sirve como radiografía de un perfil para los reclutadores, hoy también se tienen especialmente en cuenta las habilidades.
Las soft skills o habilidades blandas son aquellas que forman parte de la personalidad de un profesional y nos hablan de su manera de trabajar, actuar y operar en su puesto de trabajo.
Pero, ¿qué tipo de habilidades son las que hoy valoran las empresas? ¿Se buscan los mismos candidatos ahora que antes de la irrupción de la pandemia? Veamos cuáles son las habilidades más valoradas por las empresas antes de decidirse a contratar en 2022.
1. Que sepas trabajar en equipo
Un estudio de InfoJobs revela que el 71 % de las empresas valoran que su gente sepa trabajar en equipo. Esta es, de hecho, una habilidad top, que requiere al mismo tiempo de otras habilidades intrínsecas, como la empatía, el liderazgo, la escucha activa, el respeto, la sinceridad, la capacidad analítica y crítica y, por supuesto, la comunicación. Los proyectos que ponemos en marcha en común son más ricos, porque son plurales y heterogéneos.
Si estás preguntándote cómo entrenar todas estas habilidades te diremos que es muy fácil. En realidad basta con trabajar en equipo. Potenciaremos todas estas habilidades y seremos más capaces de trabajar bajo presión, resolver situaciones problemáticas e integrar soluciones consensuadas. Escuchar y rectificar a medida que avanzamos nos ayudará, además, a hacer autocrítica con mayor facilidad, detectar nuestras debilidades y, por supuesto, saber valorar nuestros puntos fuertes.
2. Que tengas proactividad
La proactividad es otra habilidad clave para las empresas, según InfoJobs. Las personas proactivas son capaces de tomar la iniciativa, saben desenvolverse bien ante el trabajo y resolver con garantías cualquier problema que tengan por delante.
Una de las grandes ventajas que las personas proactivas tienen para las empresas es la capacidad de ponerse al mando de nuevos proyectos y de adelantarse para dar soluciones, avanzar en el trabajo y, en definitiva, conseguir que nada quede pendiente.
A menudo, nos damos cuenta de que una persona es proactiva cuando lleva un tiempo trabajando. Sin embargo, si te consideras una persona con esta habilidad, sería bueno que encuentres la manera de comunicarlo en la entrevista de trabajo o al enfrentarte a un cambio de posición en tu misma empresa.
3. Que resuelvas problemas ágilmente
En la escuela y en casa nos enseñan a resolver problemas desde bien pequeños, pero lo cierto es que no todas las personas tienen esta habilidad tan desarrollada en la misma medida. Una persona hábil en la resolución de problemas es capaz de identificar rápidamente un problema (e incluso anticiparlo), tomar medidas, buscar soluciones e implementarlas y, por supuesto, hacer un seguimiento de la resolución.
Hay que indicar, además, que esta habilidad (como muchas otras) es plenamente adaptativa. Se entrena mediante la curiosidad, el pensamiento crítico y divergente y conduce a una mayor eficacia en la resolución de problemas futuros y a obtener un mayor poder de autonomía.
4. Que trabajes con orientación a resultados
Hoy todo (o casi todo) es cuantificable, medible y valorable. Todos trabajamos, de algún modo, orientados a resultados. ¿Pero esto qué significa exactamente? Seguro que lo has leído en los requisitos de multitud de ofertas de trabajo, especialmente en aquellas vacantes en las que se exige cierto grado de responsabilidad y coordinación de equipos. En realidad lo que esto significa es que hay que llevar a cabo las tareas que te correspondan pensando siempre en un objetivo claro y común, porque si se trabaja de este modo, los resultados suelen ser mucho mejores y la productividad mucho más elevada.
Una de las mejores formas de aplicarse en lo de trabajar orientados a resultados es buscar la excelencia y hacerlo en todas y cada una de las acciones o tareas que llevemos a cabo. Aunque, alto ahí: antes hay que tener claras las metas, gestionar recursos, programar, priorizar y, una vez finalizado el proceso, analizar y valorar la meta y el camino.
5. Que sepas adaptarte al cambio
Una de cada dos empresas destacan la adaptación al cambio como una de las soft skills (o habilidades blandas) de más valor entre sus profesionales. Si bien esta ya era una habilidad considerada antes de la pandemia, la irrupción de la COVID-19 en nuestra sociedad ha puesto de manifiesto que ahora es más importante que nunca saber adaptarse a los cambios y moverse con habilidad en un entorno tan cambiante como el actual. En este sentido, la transformación digital tiene y tendrá una relevancia fundamental en las empresas.
De hecho, la pandemia ha acelerado el proceso de digitalización que muchas empresas todavía tenían en pañales, de modo que ha sido necesario exigir a los empleados absoluta transversalidad a la hora de aprender, usar y adaptarse al uso de determinadas tecnologías.
La búsqueda de perfiles mucho más flexibles será la tónica dominante y a la hora de valorar si un candidato es o no idóneo para un puesto de trabajo, la agilidad para el aprendizaje resultará clave para la selección y, por supuesto, para la adaptación al puesto y al mundo laboral.
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