Nadie dijo que fuera fácil negociar un sueldo, menos aún cuando no sabes qué reacción esperar de tu jefe/a. Pero es tu salario el que está en juego y no puedes permitirte acabar la reunión con una discusión. La clave del éxito está en la autoconfianza y en saber argumentar los motivos por los cuales mereces el aumento. Sigue leyendo y te decimos cómo.
Si ya has tomado la decisión de negociar tu salario, es el momento de conocer los posibles obstáculos con los que podrás encontrarte durante la reunión y cómo superarlos. Eso sí, antes asegúrate de preparar el terreno con los pasos previos para negociar tu sueldo, todo será más fácil.
1. ¿Por qué mereces un aumento?
Las respuestas relacionadas con motivos personales, no suelen ser efectivas cuando se habla de un aumento salarial particular. Por el contrario, hablar de tu carrera profesional y de lo que aportas a la compañía sí justifica por qué mereces el aumento.
Durante la reunión, especifica los casos de éxito que has logrado en la compañía y de los ingresos y satisfacción en los clientes que has generado. Si tu trabajo se materializa en buenos resultados y lo demuestras, es más posible que la compañía te remunere con un incremento salarial para incentivar tu motivación y para mantenerte en su equipo.
2. Ya tienes un sueldo competitivo
Si superas con éxito el obstáculo anterior, tendrás más posibilidades de saber cómo responder a esta afirmación. Haciendo entender que tú y tu trabajo valéis más, las oportunidades de superar la negociación salarial aumentarán. Por el contrario, si realmente te interesa el puesto que ocupas, evita utilizar tu abandono de la compañía como amenaza.
Además de demostrar que tu talento tiene un precio, también necesitas realizar una investigación previa sobre el rango salarial de otros profesionales con un puesto similar al tuyo. En este sentido, una forma de informar a tu jefe/a sería: “según lo que he investigado, el rango salarial de un puesto como el mío es de X”.
3. No tenemos presupuesto para un aumento
En función de la compañía, puede que no esté en manos de tu jefe/a aceptar un aumento salarial por temas presupuestarios. Si no es el caso, prueba hablando de cifras concretas. Por ejemplo, si estás negociando un aumento de 3.000€, por ejemplo, identifica ingresos o ahorros potenciales que puedan cubrir esta cantidad. De esta forma no solo estarás proponiendo una solución, sino también demostrando que respetas el presupuesto.
Si la decisión no está en sus manos, puedes dejar la reunión para otro momento y consultar qué deberías hacer para que tu solicitud sea considerada a nivel presupuestario. O bien puedes negociar condiciones laborales que no requieran un aumento salarial, como un mejor salario emocional.
4. Nuestra oferta final es de X
En este punto, la decisión de aceptar o no la cifra propuesta depende mucho de las circunstancias personales de cada persona. Si la oferta no cumple con tus expectativas salariales, pero al mismo tiempo no quieres abandonar tu puesto, valora posponer la conversación para un mejor momento.
Si no, inténtalo una vez más. Con la máxima educación posible, insiste en tu esperanza por cobrar una cifra acorde con tu talento y experiencia profesional, así como el rango salarial del mercado. De esta forma, afirmarás tu disposición a continuar en la empresa, al mismo tiempo que sostienes con firmeza tu solicitud.
En definitiva, saber negociar es tan importante como saber qué es lo que quieres. Si ya te has preparado a la perfección las respuestas a cada uno de los obstáculos, no te pierdas el artículo donde encontrarás las 8 palabras que te ayudarán a negociar tu sueldo con total éxito.
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