Sabíamos que la habilidad de trabajar en equipo era fundamental para las personas que trabajan con nosotros y, por supuesto, para nosotros mismos. Sin embargo, la pandemia puso de relieve que el liderazgo y la cooperación son imprescindibles para que los proyectos que tenemos entre manos salgan adelante con garantías. Pero lamentablemente, en el trabajo en equipo no es oro todo lo que reluce.
Las diferencias de carácter suelen aflorar pronto y es ahí cuando empieza el conflicto. Ser capaces de escuchar, comprender y empatizar con los demás es fundamental para que las dificultades – que surgirán, porque es inevitable – queden en un segundo plano. Si conseguimos sobreponernos a ellas, lo más probable es que terminemos por descubrir que juntos somos mejores. Y tú, ¿eres bueno/a trabajando en equipo o necesitas mejorar? Responde a este test y descúbrelo.
1. «A partir de ahora trabajaréis en equipo», dice tu jefe. ¿Qué te parece?
A) Pereza TOTAL es lo que sientes al pensar en trabajar con esta gente.
B) Ufff, menudo papelón. No tengo muchas ganas de trabajar con ellos, pero habrá que hacer un esfuerzo.
C) La idea me gusta. Aunque es evidente que no todo el mundo se sentirá cómodo al principio, creo que juntos vamos a aprender muchísimo.
2. Acabas de ver quiénes formarán parte de tu nuevo equipo de trabajo. ¿Qué te sugieren sus nombres?
A) Que mis capacidades y habilidades están por encima de las de los demás.
B) Hay muchas personas con las que seguro que no encajaré, pero… lo intentaremos.
C) Estoy contento/a con el reto. ¡Esta es una buena oportunidad para aprender!
3. Estáis discutiendo sobre una cuestión relevante del proyecto y la mayor parte de personas no comparten tu criterio. ¿Qué haces?
A) Aquí estoy yo porque he llegado. Voy a imponerlo, me cueste lo que me cueste.
B) Esto provocará una discusión de las que hacen historia, pero… no pienso rendirme fácilmente.
C) No estoy de acuerdo con la decisión final. Intentaré hacer gala de mi asertividad y convencerles. Si no lo consigo, la próxima vez me esforzaré en desplegar mejor mi argumentario.
4. Cuando se trata de gestionar proyectos y citas…
A) Confío mucho en mi memoria. La verdad es que no suelo planificar mucho. Tampoco en el trabajo. Total, no pasa nada por llegar tarde alguna vez.
B) No siempre llego a todo, es algo que tengo asumido. En mi agenda solo anoto las cosas importantes.
C) La organización es mi fuerte. No hay cosa importante o superficial que no esté debidamente anotada en mis calendarios. ¡Porque tengo unos cuantos!
5. Si surge algún problema…
A) Como el avestruz, soy súper hábil escondiendo la cabeza bajo el ala. No sé como lo hago, pero siempre consigo evadir las dificultades.
B) Intento resolverlo, siempre y cuando sea responsabilidad mía.
C) Los problemas de mi empresa y de mi equipo son los problemas de todos. Voy siempre a una con los demás para solucionarlo cuanto antes.
6. Es un día importante: hoy toca presentar el proyecto en el que todos llevamos meses trabajando, pero de repente te duele un poco la cabeza
A) Uy, me quedo en casa. Ya se encargarán los demás de hacer la presentación. Soy de los que piensan que no hay nadie imprescindible. ¡Ni tan siquiera yo!
B) Llamo enseguida para que se encargue otra persona de mi parte. Creo que puede hacerlo si le doy todas las orientaciones. Seguro que no le importa intervenir un poco más.
C) ¡Hola, Paracetamol! Voy a la cita para ayudar al equipo. Si en un rato no me encuentro bien, ya pediré ayuda.
7. Para terminar con una fase importante del trabajo será necesario cuadrar vuestras siempre dispares agendas. ¿Qué harás?
A) ¡Ni hablar! Tengo cosas mucho más importantes que hacer que los demás. No pienso hacer ningún cambio.
B) Voy a pedir al grupo que intenten adaptarse a mi horario. Mi agenda profesional y personal es mucho más apretada que la suya.
C) Seguro que todos tenemos cosas importantes que hacer. Voy a hacer lo posible para que podamos adaptarnos.
8. Uno de los miembros del equipo tiene serias dificultades para enfocar su parte. ¿Cuál es tu actitud?
A) ¡Ya se apañará! El trabajo nos cuesta a todos. Yo también he tenido dificultades y nadie me ha ayudado.
B) Es posible que le resulte algo más complicado que a los demás. Le recomendaría que pida ayuda a nuestro responsable inmediato.
B) A todos nos puede pasar en algún momento. Intento ayudarle para que todo salga adelante. Al fin y al cabo, somos un equipo.
RESPUESTAS
Mayor parte de respuestas A: Tus respuestas revelan que con esta actitud te encuentras a años luz de lo que significa el trabajo en equipo. Cambiar el chip y empezar a entrenar tus habilidades para desarrollar proyectos con los demás resultará vital para todos aquellos que quieran seguir creciendo, en lo personal y en los profesional. No te desanimes: ¡tú puedes hacerlo!
Mayor parte de respuestas B: El trabajo en equipo es tu asignatura pendiente. Tienes aptitudes y puede que ya te hayas dado cuenta de lo importante que es apoyarse mutuamente con los compañeros. Seguro que con un poco más de esfuerzo consigues que el trabajar con los demás sea una oportunidad tan buena para tus compañeros, pero también para ti. ¡Ánimo con ello!
Mayor parte de respuestas C: ¡Estás en la onda! Eres plenamente consciente de la importancia del trabajo en equipo en los tiempos que corren. Sigue entrenando esta habilidad, porque tus compañeros lo agradecerán, pero tú estarás creciendo a lo grande. ¡Y con ello podrás trabajar dónde y con quién te propongas!
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