Simon Dolan, Director de la Cátedra
Future of Work en ESADE y catedrático de Recursos Humanos, nos habla de las tendencias de futuro en el mercado ejecutivo y de las competencias que deberá tener un buen ejecutivo para marcar la diferencia.
¿Qué competencias clave deberán tener los ejecutivos en los próximos años?
Ya no será suficiente con dominar únicamente las habilidades técnicas del cargo. Las habilidades blandas se convertirán en algo imprescindible. Saber
gestionar el estrés o el miedo al fracaso serán competencias clave en los ejecutivos. Otra de las competencias más valoradas será la capacidad que tenga el ejecutivo para ser consciente de sus limitaciones e incorporar a expertos que aporten sus conocimientos para resolver los problemas.
¿Qué más se les exigirá a los ejecutivos?
La creatividad, la innovación y la capacidad de tomar decisiones sin miedo también se convertirán en competencias esenciales. Jamás tendrás éxito como ejecutivo si tienes miedo a pensar diferente y arriesgarte. La seguridad es un concepto falso. Si no te renuevas, la seguridad se desvanece.
¿La creatividad se aprende?
El coautor de mi próximo libro está desarrollando un nuevo método para fomentar la creatividad de los ejecutivos. Según él, sí, se puede aprender y mejorar.
¿Cómo será el trabajo del futuro?
Habrá una tendencia creciente de personas que dejarán de buscar empleo a jornada completa y ampliarán su red de contactos diversificando su cartera de clientes. Vivimos en una época en la que la lealtad entre las empresas y los trabajadores está en tensión. Es como el matrimonio, esperas que la lealtad dure hasta que la muerte os separe, pero, a veces, la vida toma otro rumbo. Las estadísticas mundiales demuestran que alrededor de un 50% de los matrimonios duran una media de diez años. Algo similar pasará con el trabajo…
¿Cambiar con frecuencia de trabajo dejará de ser cuestionable?
Cuando los reclutadores ven demasiados cambios de trabajo en un CV lo asocian a inestabilidad. Esta mentalidad cambiará. Crecerá el número de personas que no querrán ofrecer el 100% de sus servicios a una única compañía. Y los reclutadores se darán cuenta de que no tienen elección. El mundo se encamina hacia la muerte de la permanencia. Las cosas dejarán de ser permanentes y la gente se acostumbrará al cambio. También aumentará exponencialmente el número de organizaciones virtuales y el trabajo a distancia sin fronteras.
¿Cuál es la clave de la excelencia?
La pasión por el trabajo. Soy un fuerte creyente de que si no tienes pasión por lo que haces nunca innovarás, sólo serás un guardián. La fórmula para la excelencia es saber combinar el talento con la pasión. Si solo tienes el conocimiento técnico serás bueno, pero nunca llegarás a la excelencia.
¿Qué pasa cuando falla la pasión?
No puedes permitirte perder la pasión. Si tienes los recursos suficientes, es posible que consigas recuperarla por ti mismo o con ayuda de la familia y amigos. En algunos casos, la única forma de despertar la pasión puede implicar ser valiente y arriesgarte a hacer un cambio en tu vida. En la Cátedra
Future of Work de ESADE acabamos de lanzar el concepto de "sabático ejecutivo" para ayudar a los directivos a recuperar su pasión y motivación. Traeremos a ejecutivos de todo el mundo para que trabajen durante dos meses en un proyecto que les apasione y les permita solucionar problemas concretos de las empresas.
¿Existe una llave mágica para retener el talento?
El talento no es innato, se construye. Es como una planta. Si no la riegas, muere. Hay muchas personas con talento en organizaciones que nunca han llegado a mostrarlo porque la cultura no lo permitía. Hace poco acuñé el concepto de
talenting, que es el proceso para gestionar el talento a través de las 7H.
¿…?
Las siglas, etiquetadas como las 7H por sus iniciales en inglés, se corresponden a 7 valores principales que toda organización debería promover para fomentar el talento.
Enuméralos
Hiring (contratación): la capacidad de detectar el talento en las contrataciones;
Health (salud): la promoción activa de una fuerza de trabajo saludable (los "superhombres" que producen milagros diarios no existen); Happiness (felicidad): la felicidad en el trabajo es un aspecto esencial para mantener la productividad;
Hygiene (higiene): reunir las condiciones de trabajo necesarias para retener el talento proporcionando formación y planes de carrera;
Head (cabeza): tener una visión y propósito compartidos de la compañía;
Heart (corazón): crear una conexión emocional entre el profesional y la organización;
Hand (mano): la capacidad de moverse desde la acción planificada hasta el logro de resultados;
Hope (esperanza): la importancia de generar una cultura de esperanza en la organización. Si se aplican estos siete valores clave, las organizaciones deberían conseguir frenar la fuga de talento.
¿Cómo puede el liderazgo desarrollar una cultura de continua esperanza para los trabajadores con talento?
El valor de la esperanza debería ser tarea de los líderes, que saben cómo integrar los tres famosos spires del gran liderazgo: Aspire (aspirar, anhelar), Perspire (transpirar) e Inspire (inspirar). Aspire hace referencia a la capacidad de influir a otras personas; Perspire está relacionado con el trabajo ejemplar que consigue resultados, y la Inspiración se refiere a la conexión espiritual entre la persona y el cosmos; la fuerza superior y la inteligencia que pueden ayudar a una persona en su viaje. Pero hay una vertiente más que no hay que olvidar. Aunque el foco de talenting recae en el grupo de personas con talento, su objetivo final es ayudar a propagar el talento en toda la organización. Y esta es la base para el concepto de 'co-evolución', un término que utilizo para describir casos donde dos o más factores contribuyen a una evolución positiva en la que todos salen ganando. La clave está en combinar el talenting con la ‘co-evolución’ para crear círculos virtuosos que nos lleven al éxito.