«Los mayores de 45 sufrimos discriminación por edad»

Miguel Angel Gersol Luna, emprendedor y arquitecto de profesión, fue uno de los afectados por la crisis que azotó al mercado inmobiliario español. Fundó su propio estudio de arquitectura en 1998 y consiguió capear la crisis mientras veía como otros negocios y compañeros de su sector se hundían o se quedaban sin trabajo.

¿Has notado discriminación por edad al buscar trabajo?

Sí, en concreto, la actitud de un entrevistador hace ya unos años. Creo que se coló mi CV por error, o al menos eso pienso. Antes de la entrevista, mientras esperaba mi turno, observé que el resto eran al menos diez años más jóvenes que yo (en ese momento yo tenía 43 o 44 años) y no había restricciones al respecto para los aspirantes. Cuando pasé a la entrevista, la indiferencia se cortaba con un cuchillo. Me faltó poco para levantarme e irme sin decir palabra -y todavía pienso que debía haberlo hecho-, pero al final decidí seguir adelante y… bueno… tampoco sirvió de mucho.

¿Crees que es más difícil encontrar trabajo a partir de los 45 años?

Sí, los mayores de 45 sufrimos discriminación por edad. Por un lado, las empresas muestran reticencias por varios factores, fundamentalmente cargas familiares del trabajador, actualización profesional de los conocimientos y rigidez en la resolución de las tareas. Pero tan solo la primera de ellas puede ser un motivo real en algunos casos: es normal, a esa edad, tener dificultades en la disponibilidad geográfica, ya sea por circunstancias del matrimonio, los hijos, o tener personas a tu cargo.

¿La actualización profesional puede ser un arma de doble filo?

La actualización profesional, independientemente de la edad, es palpable y nos conduce a embarcarnos en gastos de másters y cursos que no vamos a amortizar, ya que no siempre son necesarios en el nuevo trabajo. Y, peor todavía, hay empresas que se asustan porque al ver en el CV tanta profusión de conocimiento piensan que van a tener que repercutirlo en la nómina, decantándose finalmente por candidatos no cualificados o peor cualificados que el candidato ideal.

¿Qué otros obstáculos has encontrado?

Hay muchos departamentos de Recursos Humanos que no apuestan por las personas, sólo por su cuenta de resultados. Emplean software para descartar a candidatos de forma indiscrimimada y, a veces, discriminatoria. Aunque no pongamos la edad, estado civil, religión, nacionalidad u orientación sexual, simplemente en la redacción del CV y en la entrevista lo averiguan sin preguntarlo. Los candidatos que hemos rebasado esa edad, nos ofuscamos ante lo injusto e inmerecido que resulta el mercado laboral para muchos de nosotros. Nos achicamos, nos encerramos en nuestra jaula y no somos capaces ni de mirar mas allá de los barrotes (yo, el primero).

¿Cómo te ha afectado la crisis española a nivel laboral?

Soy arquitecto. Como es conocido, uno de los pilares de esta crisis ha sido el mercado inmobiliario y, consecuentemente, la construcción en todas sus formas y aspectos. Los pequeños estudios (como es mi caso), promotoras y constructoras han desaparecido, quedado reducidos a pavesas humeantes o han sido absorbidos o abducidos por grandes compañías sin alma ni rostro. Personalmente, ha sido devastador ver cómo todo se iba al infierno, pero las cosas no son buenas o malas en sí mismas. Las consecuencias … todavía están por ver en toda su extensión, pero algunas de las que veo más evidentes, al menos en mi campo, son la desaparición, hasta casi la extinción, de las PYMES de la construcción e inmobiliarias; la falta de asunción de responsabilidades por parte de los agentes causantes; el silencio culpable y la pérdida de poder de muchos colegios profesionales, que han firmado su sentencia de muerte.

¿Por qué decidiste emprender y fundar tu propio estudio de arquitectura?

Porque era inocente, creía en la justicia y deseaba reconocimiento personal; y pienso que la inmensa mayoría de los emprendedores al menos comparten una de estas razones. Luego, con el tiempo, te das cuenta de que el romanticismo sólo existe en las novelas; que siempre ha habido “maquiavelos y estafaos”, como dice el tango; y que el único reconocimiento personal válido es la autoestima que no pierdes.

¿Qué consejos le darías a personas que están buscando empleo a partir de los 45?

Me resulta difícil dar fórmulas cuando ni yo mismo sé si funcionan. Sólo les diría paciencia. Es el único superpoder con el que me dotaron y, bien administrado, puede ser efectivo, no sólo para buscar empleo. También para mantenerlo y crecer profesionalmente.

¿Crees que la discriminación por edad es peor en España que en otros países?

Lo que leo en otras webs alemanas o inglesas no me inclinan a pensar eso, más bien lo contrario. Aquí, en ciertos ámbitos, existe un respeto a la experiencia, diplomacia e integridad. Sin embargo en otros países se centran mucho en el aspecto comercial, en el beneficio puro y duro; y recuerdan más a “telepredicadores” que a auténticos profesionales. Además en cuanto los sacas del guión se les cae la máscara.

¿Crees que el autoempleo es una buena salida cuando llevas tiempo buscando y no encuentras?

El autoempleo es una opción, ni buena ni mala, aunque tampoco me gusta la actitud de algunos medios de presentar el autoempleo como la panacea universal a los males del mundo. Exige mucho sacrificio, paciencia y voluntad. Puede llegar a absorber todo tu tiempo y a poner en peligro tu vida personal. Debes cuidar mucho tu imagen, tus relaciones profesionales e incluso personales. Te quema, y tienes que reconducir el incendio sin traje de amianto, pero también te da muchas satisfacciones. En definitiva, es una decisión personal que debe meditarse y prepararse a conciencia; y, por supuesto, estar dispuesto a asumir los fracasos.

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