La nómina es uno de los documentos más importantes de nuestra vida profesional, pero hay veces en las que a más de uno le ha surgido alguna duda a la hora de analizarla, dado que hay conceptos que quizá no quedan del todo claros.
Si estás familiarizado con ella, ¡felicidades! Pero si eres de esos que ven que el importe cuadra al final, pero no sabe qué quiere decir cada dato, estate muy atento a este artículo porque ¡te vamos a enseñar a leer y entender tu nómina! Si quieres saber de dónde viene tu sueldo, ¡sigue leyendo!
Para empezar, la nómina no es más que el recibo de pago de tu salario y también el justificante de lo que pagas a la Seguridad Social como trabajador y del IRPF. Es un documento con valor legal, así que te recomendamos que lo guardes para cualquier reclamación.
Ejemplos para entender tu nómina salarial
Ahora vamos a enseñarte a leer tu nómina con ejemplos fáciles y prácticos por cada uno de sus apartados:
1. El encabezado
Es lo primero que ves. Aquí encontrarás los datos de la empresa (denominación social, dirección, CIF y el código de la cuenta de cotización de la Seguridad Social) y tus datos como persona trabajadora (nombre, apellidos, DNI, número de afiliación a la SS, categoría profesional, tipo de convenio y antigüedad en la empresa).
Es importante que aparezca el periodo de liquidación en este apartado, así como otros datos relevantes para la empresa o el trabajador.
2. Los devengos
En este apartado se verán reflejados todos aquellos ingresos que recibes como persona trabajadora, de los cuales tienes que diferenciar dos tipos: los salariales y los no salariales.
Percepciones salariales
Se trata de las cantidades entregadas como retribución a tu trabajo. La suma de todas las partidas en las que se divide se denomina salario bruto. ¿Cuáles son las partidas?
- Salario base: es la remuneración total por el trabajo realizado, el cual no puede ser inferior al pago que marque el contrato.
- Complementos salariales: aquellas cantidades extraordinarias que recibas aparecerán aquí. Podrás encontrar de diferentes tipos: personal, un complemento por antigüedad, responsabilidad o formación; tipo de puesto, es decir, nocturnidad o peligrosidad; productividad, las cuales van en función de la cantidad o calidad del trabajo realizado; horas extraordinarias; gratificaciones extraordinarias, que vendrían a ser a las dos pagas extras a las que tienes derecho, y si son prorrateadas deberá aparecer aquí; y salario en especie, que son las percepciones no monetarias que recibes en forma de bienes o servicios, ejemplos: coche de empresa, ticket restaurante, un seguro…
Percepciones no salariales
Algunas personas reciben bienes y servicios por parte de la empresa, los cuales no tributan como salario, ni tienen deducción de IRPF ni tampoco cotizan a la Seguridad Social. Aquí van algunos ejemplos:
- Indemnizaciones o suplidos: son aquellos gastos que el trabajador ha tenido que adelantar para realizar su trabajo: transporte, dietas, gastos de material o gastos de locomoción, es decir, el desplazamiento desde tu empresa a otro lugar para poder desarrollar tu actividad.
- Prestaciones e indemnizaciones a la Seguridad Social: aquí se incluyen las prestaciones por despido, suspensión o traslado, los gasto pagados por la empresa por incapacidad o desempleo…
- Indemnizaciones por traslados, suspensiones o despidos.
3. Las deducciones por IRPF
A diferencia de los devengos, las deducciones por IRPF restan. Parte del sueldo va destinado a pagar la Seguridad Social y cubrir así una baja eventual por incapacidad, la futura pensión o el seguro de desempleo. En función del IRPF escogido, el porcentaje variará. Las principales deducciones que podrás ver en tu nómina son:
- Aportaciones del trabajador a las cotizaciones a la Seguridad Social. Aquí podemos incluir: contingencias comunes, como una baja por maternidad o por enfermedad, cifra que asciende al 4,7% de los devengos salariales; desempleo, concepto el cual te garantiza poder acceder al paro en caso de pérdida de empleo; formación profesional, el cual corresponde al 0,1% sobre la base de cotización por contingencias profesionales; y horas extraordinarias, de las que hemos de diferenciar entre las de por fuerza mayor y las de sin fuerza mayor, las cuales tienen un 4,7% de deducción.
- Importe sobre la Renta de las Personas Físicas: no es más que el adelanto que corresponde contribuir en la Declaración de la Renta. Según el sueldo final y de las circunstancias personales y familiares, es decir, número de hijos, estado civil, algún grado de discapacidad…, este porcentaje variará. El mínimo que se debe de retener es un 2%, siendo 15% la media.
- Anticipos: si se da el caso de que pides un adelanto de tu sueldo, la deducción correspondiente al dinero solicitado se verá reflejado en este apartado.
- Otros: por ejemplo, las cuotas sindicales.
4. Líquido total a percibir en tu nómina salarial
Una vez tengamos los devengos y las deducciones, por fin sabremos el sueldo neto, es decir, el importe final que veremos ingresado en nuestra cuenta corriente. ¿Cómo calcularlo? Muy fácil: el total devengado menos el total de deducciones.
Después de ver cómo leer tu nómina, podrás haber comprobado que no es tan difícil. Seguro que en las próximas no se te escapa nada. Y si sucede, ¡siempre tendrás este artículo para poder salir de dudas!
¿Te has quedado con ganas de más? En el siguiente post te explicamos los conceptos básicos de la nómina.
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