¿Puedo trabajar por cuenta ajena y ser autónomo/a?
27 de enero de 2023
Teletrabajar ya no es raro. Al contrario. Con la irrupción de la crisis sanitaria de la COVID-19, el panorama de los profesionales españoles/as cambió por completo. Especialmente el de aquellos/as que podían hacer su trabajo en remoto. Ahora las cosas han cambiado y mucho. Sin embargo, no son pocas las empresas que andan inmersas en lo que se denomina el modelo híbrido: es decir, trabajar unos cuantos días desde casa y acudir a la oficina algunos otros.
Según InfoJobs, en España el número de vacantes en las que se ofrece teletrabajo duplica las cifras de 2021 y multiplica por diez las de 2020. De este modo, podemos decir que se ha pasado de una presencia casi testimonial del teletrabajo a un volumen más que considerable. Los expertos coinciden en las razones de este fenómeno: por un lado, está la necesidad de ofrecer cierto margen de flexibilidad presencial para atraer talento en algunos puestos poco competidos.
No en vano, este tipo de perfiles – más tecnológicos – están acostumbrados a las modalidades híbridas y les resultaría difícil regresar al modelo 100 % presencial. Por el otro, es muy posible que antes existiera la opción de teletrabajar, pero que las empresas no lo explicitaran en la oferta. Ahora lo hacen porque saben que son muchos los profesionales que valoran positivamente esta ventaja.
Pero, ¿qué sucede cuando las empresas no permiten teletrabajar? ¿Tienen margen los empleados/as para persuadir a la empresa?
¿Quién tiene derecho a solicitar teletrabajo?
Lo primero que hay que decir es que como empleado/a tienes derecho a teletrabajar. Otra cosa es que la empresa te deje o esté plenamente convencida para concederte la petición. Según la Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia, empresa y empleado/a tienen que ponerse de acuerdo en este extremo. Digamos que tú no puedes exigirlo y la empresa tampoco puede prohibírtelo, pero no está obligada a atender tu petición si no quiere.
En principio, todos los empleados/as pueden solicitar teletrabajar, exceptuando aquellos cuyo trabajo no pueda realizarse a distancia, claro, como puede ser el caso de un camarero/a, un peluquero/a o un mecánico/a. En aquellos casos en los que sea posible, lo que la legislación propone es que empresa y empleado/a lleguen a un acuerdo de teletrabajo, que finalmente deberá materializarse en un documento escrito donde se recojan las condiciones del acuerdo.
Si se llega a un acuerdo con la empresa y finalmente el teletrabajo no ofrece los resultados esperados, cualquiera de las dos partes puede desistir. La empresa tendría que demostrar que la productividad se ha visto resentida y el empleado/a tendría la opción de volver atrás si cree que la fórmula no está funcionando. O lo que es lo mismo, regresar a la oficina física.
¿Cómo se puede solicitar el teletrabajo a la empresa?
Lo mejor es hacerlo por escrito. Aunque hagas una petición oral a tu responsable más directo, lo más lógico es que redactes un documento en el que solicites formalmente a la empresa teletrabajar durante todo el tiempo o solo determinados días. Antes de realizar la solicitud debes conocer cuál es la política de la empresa en este sentido, porque a estas alturas seguro que ya existen acuerdos de teletrabajo tipo o protocolos fijados para proceder.
En este mismo documento deberías incluir la razón por la que solicitas teletrabajar, especialmente si las razones tienen que ver con la necesidad de conciliar (para cuidar a tus hijos, personas mayores u otros familiares). Te recomendamos señalar cuáles serán las ventajas para la empresa y de qué manera te comprometes a cumplir con tus tareas.
¿Cuántos días a la semana se puede teletrabajar?
Según la legislación vigente, no hay un tope de días a la semana en los que puedas teletrabajar. Eso sí, para poder acogerse a la ley del teletrabajo, el empleado/a tiene que desarrollar a distancia el 30 % de la jornada. Las empresas que han implantado modelos híbridos permiten a sus empleados teletrabajar tres o cuatro días a la semana a cambio de ir a la oficina uno o dos días, incluso con cierta flexibilidad.
¿Y si finalmente la empresa no me deja teletrabajar?
Como te decíamos, el acuerdo debe ser común. Si la empresa no está dispuesta bajo ningún concepto a dejarte teletrabajar, tienes la opción de acudir a la justicia. Como trabajador/a podrías demandar a la organización y argumentar tus deseos. La empresa tendría que demostrar que el teletrabajo no está siendo efectivo y hacerlo con datos objetivos. No en vano, ya existen sentencias por las que se ha obligado a las empresas a consentir el teletrabajo para facilitar la conciliación de los empleados/as.
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