¿Me pueden despedir por discutir con un compañero de trabajo?

Las faltas injustificadas de asistencia o puntualidad, así como el abandono o terminación anticipada del trabajo son amonestables. Varía en función del convenio y contrato, pero en líneas generales podemos decir que tres o más faltas de asistencia sin justificar en un periodo de treinta días pueden ser motivos suficientes para acarrear una sanción disciplinaria o proceder al despido.

No llevar la ropa de trabajo exigida por la empresa o hacerlo de forma descuidada, así como la falta de aseo personal no son aspectos baladíes. En el lugar de trabajo es más que recomendable ir acorde con las directrices marcadas por la empresa. En este caso es mejor pecar por exceso y no por defecto.

Al hacer este simulacro, técnicamente estaríamos encubriendo su falta de puntualidad o, más grave aún, su no asistencia al trabajo. Las consecuencias de esta acción sobre ti pueden ser desastrosas.

Llegar al trabajo bajo los efectos del alcohol o de las drogas, o hacerlo fuera del mismo, pero vistiendo el uniforme de la empresa puede acarrear una sanción. Se tendría que tratar de una embriaguez habitual (aquella que no es esporádica), no bastando la ocasional para justificar un despido. En determinados casos, una embriaguez puntual puede ser motivo de despido automático, por ejemplo, en el caso de conductores o transportistas.

El hecho de no cumplir con las obligaciones de seguridad y salud en el trabajo puede considerarse una negligencia muy importante. En el sector de la restauración y la hostelería, por ejemplo, la manipulación de alimentos se tiene que llevar a cabo respetando pulcramente todas las obligaciones sanitarias.

Quebrantar la buena fe de la empresa al hacer negocios buscando el único beneficio personal puede acarrear una sanción. Como es obvio, abusar de la buena fe contractual, cometer fraude o deslealtad no es de recibo para la compañía, ni para tus jefes.

Hacer desaparecer material de la empresa o causar daños o desperfectos a materiales o instalaciones del trabajo es sancionable.

Llevar a cabo desconsideraciones a jefes, compañeros y público en general durante la jornada laboral o en el lugar de trabajo puede conllevar una sanción. ¡Cuánta gente ha hablado más de la cuenta y luego ha sido invitada a abandonar su trabajo! Tener una discusión con un compañero de trabajo puede llegar a pasar, pero no deberíamos considerarlo normal, ni admitir en ningún caso las faltas de respeto o insultos. Esto puede llevarnos directamente al despido.

La disminución voluntaria y continuada del rendimiento de trabajo, así como el abuso de confianza o incumplir deliberadamente las órdenes de tus superiores puede ser motivo de cese en la empresa. El empleador, sin embargo, tendrá que demostrar y acreditar que el descenso de la productividad es voluntario por parte del trabajador.

El acoso laboral o mobbing consiste en toda conducta que tiene por objetivo atentar contra la dignidad de las personas, creando para estas un entorno ofensivo o intimidatorio. No se puede acosar o intimidar a ningún trabajador de la empresa o hacer burla de su raza o etnia, edad, género, religión, discapacidad u orientación sexual.

Efectivamente, incurrir en alguna de estas diez faltas puede conllevar un despido por motivos disciplinarios. Esta es la sanción más grave que un empresario puede imponer a un trabajador. Eso sí, cualquiera de estas faltas debe estar probada por parte de la empresa y, para que se lleve a cabo el despido, tiene que acreditarse la mala fe del trabajador.

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