6 tips para organizar tu trabajo antes de las vacaciones
26 de marzo de 2017
No hay nada que te vaya a catapultar más allá que el saber comunicar tus ideas con seguridad, con entusiasmo y con la capacidad de convencer.
Para hablar bien en público tienes que tener claras tres áreas sobre las que puedes incidir.
1. Lo que dices es más importante que cómo lo dices. Si te expresas como Demóstenes vas a causar una buena impresión al principio, pero antes o después te van a pillar si no tienes un mensaje bien construido. Para organizar un contenido necesitas:
- Un único mensaje que vayas repitiendo a lo largo de tu presentación. No dos o tres, solo uno. De otro modo, no recordarán ninguno. Ariel es blancura, no quitamanchas ni aroma a ropa fresca.
- Una estructura fácil de seguir que consiga que no se pierdan durante la presentación.
- Una apertura atractiva que no sea «hola qué tal buenos días…» (que solo transmite al público que están en otra presentación aburrida).
2. Lo que digas puede ser soporífero. Si hablas sobre el nuevo Ferrari, el público se lo pasará bien la mayor parte del tiempo (digas lo que digas). Pero si hablas de la nueva planta de reciclaje, es probable que alguno se duerma. Para evitarlo, haz tu presentación interesante con ilustraciones frecuentes, tales como anécdotas, ejemplos o comparaciones.
3. Para vender cualquier cosa – y en cualquier presentación estás vendiendo algo, sea tú mismo, tu proyecto o tu chiste – necesitas transmitir entusiasmo y autoridad. Y esto lo puedes lograr con tu lenguaje no verbal, comunicando con tus gestos y con la modulación de tu voz. Lo más importante:
- Procura no juntar las manos si no es necesario, solo transmites inseguridad.
- Intenta andar por el escenario, no bailar dando pequeños pasos nerviosos.
- Modula tu voz como si estuvieras relatando una historia, dentro del contexto que da la audiencia, el contenido y tu posición.
Y hay un área adicional, que para algunos presentadores es más relevante que para otros: el nerviosismo. No te preocupes si eres de los que prefieren que les pongan una inyección antes que hacer una presentación: todo el mundo se pone nervioso presentando. Es natural y necesario para comunicar con energía.
Pero lo más importante no es nada de esto. Lo más importante es practicar. Cuantas más veces presentas, mejor comunicas. Plantéatelo como ser el número 1 en cualquier deporte. No se consigue practicando una sola vez al mes.
Javier Bernad es licenciado en Administración de Empresas, experto en Comunicación y Marketing y autor del libro Alto y claro de LID Editorial
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