La sobrecarga de trabajo, las responsabilidades y cumplir con las exigencias del día a día son algunos de los factores que pueden provocar el estrés. Estudios recientes afirman que el 58% de los españoles se han sentido estresados últimamente, en parte debido a los efectos que ha tenido la crisis económica en sus puestos de trabajo.
¿Qué es el estrés laboral y qué síntomas puedo experimentar?
Cualquier puesto de trabajo, como ocurre en la vida, puede contener elementos estresantes. Existen, por ejemplo, épocas en las que nuestro empleo requiere un mayor nivel de exigencia o en las que tenemos entre manos proyectos que absorben toda nuestra energía. El problema llega cuando esta situación de tensión se sostiene en el tiempo y termina por ser crónica. Es en ese punto que resulta necesario prestar atención a los síntomas que experimentamos con el objetivo de desactivar la negatividad y regresar a un estado emocional sano: ansiedad, irritabilidad, depresión, apatía, insomnio, fatiga, dificultades de concentración, tensión muscular, problemas de estómago, pérdida de interés por las relaciones sociales, etc.
Estos síntomas y el desgaste generalizado que provoca el estrés laboral pueden conducirnos a desempeñar mal nuestro trabajo y lo que es más grave, causarnos problemas a nivel físico y emocional. Conviene, pues, estar alerta a estos signos para cambiar la situación cuanto antes o buscar ayuda, si fuera necesario.
¿Dónde está la salida?
El primer paso para salir de la angustia e inestabilidad que puede generar en nosotros el estrés laboral es reconocer el problema, así como su origen y las causas. Si has llegado hasta aquí, ahora deberías empezar a poner remedio a tu desgaste físico y emocional. Esto pasa por hacer pequeños cambios en tu vida y empezar a coger las riendas: regresa a aquellas actividades que antes resultaban satisfactorias para ti, practica algún deporte, intenta dormir bien y abandona los malos hábitos (cafeína en exceso, tabaco, alcohol…). Pide ayuda si la necesitas, no tienes por qué hacer este camino en solitario.
A continuación, sería interesante que empezaras a desactivar aquellas sensaciones o hábitos negativos que están afectando a tu trabajo y que aumentan día a día tu estrés laboral. Para ello, te recomendaríamos lo siguiente:
1. Organízate bien
Quizás tu trabajo requiere que hagas muchas tareas, algunas de ellas urgentes. Trata de reiniciarlo todo: crea un espacio agradable para trabajar y confecciona un nuevo sistema de organización.
2. Delega tareas (nadie es imprescindible, ni perfecto)
Otro clásico: auto exigirse lo imposible. Por suerte o por desgracia no somos perfectos ni tenemos por qué parecerlo. Si puedes, trata de delegar tareas y déjate ayudar por tus compañeros. Olvídate de la perfección: ya sabemos que estás tratando de hacerlo lo mejor posible.
3. Conecta con tus emociones
Y aquí tienes otro consejo claro y simple. Haz un ejercicio de meditación y escúchate a ti mismo. Ayúdate a reconocer los primeros signos del estrés y aplica rápidamente las nuevas dinámicas.
Estamos seguros de que estos ejercicios te ayudarán a dar los primeros pasos para superar el estrés laboral. Si tú solo no puedes, busca la ayuda de un profesional que pueda orientarte y acompañarte en este camino. Rodéate de los tuyos y de aquellos compañeros que en el trabajo te aportan positividad. Tendrás que ejercitar mucho tu fuerza de voluntad, pero a corto plazo conseguirás cambios importantes en tu día a día que te ayudarán a ser más feliz y productivo en tu puesto de trabajo.