¿Te preocupas o te ocupas?

Si sientes que las preocupaciones te invaden te propongo que empieces a poner en práctica estos dos pasos:

El primer paso es estar presente en el lugar y momento en el que estás. Puede parecer obvio pero no lo es. Te pongo un ejemplo: cuando estás comiendo, ¿estás saboreando la comida, observando dónde estás y las personas que hay junto a ti? o por el contrario ¿tu cabeza está llena de pensamientos y preocupaciones?

El estar presente o ser realmente consciente del momento es algo que te invito a que empieces a practicarlo día a día. Puede que al principio te cueste pero no pasa nada. Cuando veas que tu mente se vuelve a ir regresa al momento presente centrándote en la respiración u observando los detalles del entorno. La meditación te puede ayudar a mejorar tu concentración.

Sólo existe el momento presente. Vívelo prestando atención a lo que estás haciendo en ese momento para evitar pensar en el pasado que sólo existe en tu cabeza o en el futuro, en el que sólo puedes influir viviendo el presente.

El siguiente paso es que empieces a ocuparte de dichos pensamientos o problemas y no preocuparte de ellos.

Si te surge un problema  pregúntate si tienes poder de acción sobre él. Si es algo cuya solución depende de ti entonces mira si te puedes encargar de él en ese momento. Si ves que no puedes, busca un hueco para ocuparte de él más tarde, pero no le dediques más energía y tiempo.

Si consideras que es un problema en el que tú no puedes hacer nada, olvídalo. Preocuparte por cosas es uno de los mayores gastos de energía y pérdida de felicidad que puedes tener.

Piensa cuánto tiempo utilizas en preocuparte de asuntos en los que realmente no tienes opciones de hacer nada o simplemente no tienes la intención de hacer nada.

Empieza a vivir más el momento poniendo el foco de atención en lo que estás haciendo en ese instante. Esto hará que tu mente se relaje y que la escuches más lejana o incluso no la escuches.

Pregúntate cuántos detalles te estás perdiendo por no centrar tu atención en el momento presente. Y cuando empieces a practicar la consciencia, ocúpate de lo que consideres que son problemas. Toma acciones para resolverlos. Y si crees que algo no depende de ti, suéltalo de tu mente. Tu felicidad depende de ello.

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