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26 de marzo de 2017
Conocer los puntos comunes que tienen las entrevistas y prepararse para cuando llegue el momento es lo que vamos a repasar en este artículo, a través de 5 pasos que debes intentar cumplir si quieres superar con éxito tu entrevista de trabajo.
No voy a tratar el primer punto, que sería el del análisis de nuestras propias capacidades y la investigación del puesto y de la empresa, pero sí voy a poner dos ejemplos que pueden clarificar la necesidad de ir preparado a una entrevista y demostrarlo mediante nuestros argumentos.
Entrando en materia con 2 ejemplos:
- En muchas empresas son los gerentes o jefes de departamento quienes se implican en el proceso de selección de personal. Por lo que, al encontrarte ante el que podría ser tu futuro jefe, estaría muy bien que pudieses hablarle desde el conocimiento de la empresa. Menciona los últimos contratos que hayan conseguido, la repercusión que su empresa tiene en los medios, cómo tú mismo te identificas con sus valores y cómo comprendes la misión y visión de su empresa.
- Un correcto proceso de preparación e investigación también puede servirte para sobresalir por encima de los demás candidatos cuando la entrevista te la haga alguien de Recursos Humanos. Cualquier reclutador va a entender que tienes un interés legítimo por el puesto y que te has preparado la entrevista si le hablas del impacto de su empresa en las redes sociales, de lo completos que son los servicios que ofrecen o sobre cómo les has conocido a través del uso de sus productos. En definitiva, le hablas con conocimiento de causa, demuestras que conoces muy bien lo que hacen y pones ejemplos prácticos de cómo has adquirido una serie de conocimientos y experiencias que te hacen el candidato adecuado para ocupar ese puesto.
Los 5 pasos para superar la entrevista
1. Debes ofrecer una buena primera impresión
Puede parecer algo tópico, pero recuerda esa frase que dice «la primera impresión es la que cuenta». Y tenla muy presente, ya que diversos estudios concluyen que, de una forma inconsciente y muy primaria, somos capaces de decidir si una persona nos gusta o no en tan solo unos segundos.
Como indican los psicólogos Laura Naumann, de la Universidad de Sonora, y Sam Gosling, de la Universidad de Texas, simplemente por el aspecto y el gesto de una persona podemos sacar conclusiones respecto a sus valores religiosos o políticos, la amabilidad, la introversión, la responsabilidad, la autoestima, la simpatía o la sinceridad.
Por lo tanto, somos capaces de tomar decisiones en muy pocos segundos sobre una persona y lo hacemos tan solo por su aspecto. De hecho, John Bargh, psicólogo de la Yale University, ha descubierto gracias a sus estudios que nuestro cerebro únicamente necesita dos décimas de segundo para formarse una primera impresión y que esta primera percepción será la que marque posteriores informaciones. Así que ten en cuenta los siguientes puntos:
- La primera impresión la creas tú mismo en internet. Desde tu blog o tus perfiles sociales vas a dar una idea muy concreta de cómo eres, así que sé consciente de cómo te estás mostrando en este medio.
- La puntualidad es entendida también como un rasgo de nuestra personalidad. Procura llegar siempre con 5 o 10 minutos de antelación a cualquier cita.
- Averigua cuál es el código de vestimenta de la empresa. Investigar cómo visten los empleados de un departamento hoy en día es tan sencillo como buscarlos en las redes sociales y ver lo vídeos o fotografías que cualquier empresa cuelga en su web.
- Al saludar por primera vez al entrevistador, permite que sea él quien inicie el saludo. Y responde con un apretón de manos enérgico, mirándole a los ojos y sonriendo.
Desde el momento en que entras a las instalaciones de la empresa se te puede estar valorando. No serías el primero que se comporta de forma inadecuada con un empleado y cuya actuación llega a oídos de la dirección dando como resultado un descarte.
2. No trates de esconder tus defectos
Si hay una pregunta que prácticamente ningún entrevistador se deja en el tintero, esa es la que se refiere a las fortalezas y debilidades. Pueden pedirte que enumeres tres de ellas o que les menciones algún aspecto en el que piensas que deberías mejorar, pero aunque la pregunta pueda tomar diferentes formas, lo cierto es que la finalidad siempre es la misma.
Cuando eres sincero y demuestras que conoces tus defectos estás dejando ver que te conoces a ti mismo y que, en cualquier caso, estás en el camino correcto para poder superarlos. Pero si quieres salir airoso de esta pregunta debes centrarte en exponer de qué forma has actuado para solventar esos defectos y que el reclutador tenga claro que actualmente no te afectan a la hora de llevar a cabo el trabajo.
- Cuanto antes saques a relucir tus defectos durante la entrevista, mucho mejor.
- No conviene que menciones defectos en los que aún trabajas o que no sabes cómo solucionar.
- Tampoco debes auto eliminarte del proceso de selección siendo negativo y magnificando tus defectos.
Respecto a aquellos problemas más graves que pudiste tener en el pasado – como por ejemplo el haber cometido un error profesional grave que haya provocado un despido o una expulsión de la universidad – deberías comentarlos siendo claro y sincero aprovechando ese momento para resolver cualquier duda que pueda tener el reclutador.
Encarna Maroño, directora de Recursos Humanos de Adecco, opina que el candidato siempre ha de argumentar sus respuestas, mostrándose sincero y transparente. De esa forma el proceso de selección acabará siendo exitoso para ambas partes.
3. Habla con propiedad y realiza preguntas relevantes
Exprésate con seguridad cuando hables con tu interlocutor, demostrando que conoces el funcionamiento de la empresa y que sabes bien cómo funciona el puesto de trabajo al que estás optando. Muéstrate como una persona segura y preparada que conoce el sector y que podría incorporarse a la empresa mañana mismo.
Conseguir que te vean como el candidato ideal tiene mucho que ver con el proceso de investigación de la empresa que hayas realizado y con tu preparación para responder a aquellas preguntas que comúnmente se hacen en todas las entrevistas. Pero eso, la preparación previa también debe servirte para elaborar una lista de preguntas relevantes que quieres realizar el día de la entrevista y para responder a cualquier duda que pueda surgirle al entrevistador al leer tu currículum.
Durante la conversación siempre vas a tener un espacio para hacer tus propias preguntas, así que aprovéchalo para realizar las que resulten más relevantes.
4. Debes dejar tu propia huella
Para conseguir dejar huella en el entrevistador y que se acuerde de ti debes centrar tus esfuerzos en crear lazos y promover la empatía.
Todos hemos sentido alguna vez que, tras cruzar unas simples frases con alguien, empezamos a sentirnos a gusto con esa persona y que no nos importaría quedarnos a charlar con ella el tiempo que fuese necesario. Y ese es el tipo de conexión que debemos tratar de conseguir durante la entrevista.
Los psicólogos han averiguado que, cuando este tipo de sensaciones aparecen entre dos personas, entran en juego aspectos como las similitudes existentes entre los dos individuos. De una forma inconsciente, empieza a surgir cierta coordinación entre sus movimientos y la forma de hablar, produciéndose el «efecto de espejo».
Entendiendo este principio sabrás que a tu entrevistador también le va a gustar encontrarse hablando con una persona que se le parece. Y de esa forma podrás aplicar la técnica de espejo, pero esta vez haciéndolo de forma consciente.
Para ello debes tener en cuenta su forma de hablar, su tono de voz y su cadencia, adoptar una postura similar a la suya, expresarte con sus mismos gestos y mostrar que te gustan o te disgustan las mismas cosas.
Antes de aplicar esta técnica te aconsejo que la practiques y la uses de forma moderada, ya que si se abusa de ella puede llegar a entenderse como una burla.
5. Agradece el tiempo que te hayan dedicado
Una nueva oportunidad de sobresalir por encima de los demás candidatos se produce en el momento de la despedida. Hay muchos candidatos que no han quedado contentos con la entrevista y se despiden de malas maneras, demostrando cierto enfado o despidiéndose de forma áspera.
Pero si queremos el empleo, nuestro comportamiento debe ser correcto hasta el final. Para ello deberás agradecer el tiempo y la oportunidad que te han dado, esbozando una sonrisa y despidiéndote con la misma animosidad con la que saludaste a tu entrevistador por primera vez.
Antes de irte, interésate por sus datos de contacto. Es la mejor manera de hacerle llegar una carta de agradecimiento que cualquier reclutador va a agradecer y que siempre refuerza nuestra candidatura ante los demás postulantes.
Diego Serrano Pérez, es Ldo. en Humanidades, Máster en Prevención de Riesgos Laborales y Coach Profesional. Participa en la Entrevista de trabajo y es autor de la web Avanza laboral.
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